viernes, 22 de marzo de 2013

CAMINEMOS POR MI TIERRA

Por Diana Hernández


º

Es la frase que representa el monumento construido en honor a los caminantes que fueron
secuestrados y asesinados en cautiverio. Lo acompaña uno de los recordatorios en donde
se encuentran de frente el Dr. Guillermo y el Dr. Gilberto en el puente Cerca a Caicedo.
Representa, en plena plazuela de la Alpujarra, el deseo de libertad al que siempre le cortan
las alas pero por el que muchos siguen luchando.

“Cuando se pueda andar por las aldeas
Y los pueblos sin ángel de la guarda.
Cuando sean más claros los caminos
Y brillen más las vidas que las armas
Cuando la sombra que hacen las banderas
Sea una sombra honesta y no una charca.
Cuando en lugar de sangre por el campo
Corran caballos, flores sobre el agua.
Solo en aquella hora
Podrá el hombre decir que tiene patria.”
CCS.


El vendedor de periódico, personaje que habita cada rincón de esta ciudad, pero ¿quién se
ha detenido a leer lo que está pregonando? Si, son las ansias de libertad que se suspenden
en la Plazoleta de la Alpujarra, como queriendo escapar de esa mole de cemento en forma
de muralla, representando el corazón de la otrora Bella Villa.

LA VENDEDORA DE DULCES

Después de haber ayudado a
fundar este territorio, criando los
hombres y mujeres del futuro, el
rostro cansado de la Matrona
Antioqueña deambula por la
ciudad como tratando de recobrar
el Horizonte que en algún
momento
la
Urbe
frenética
comenzó a sepultar.

EN QUÉ VIAJÓ EL TIEMPO

Ahora que poso la mirada sobre todo aquello que permitió emerger la ciudad de hoy, me doy
cuenta como se agarra el tiempo a aquellos lugares que aunque llenos de heridas, hacen
recordar que por esos rieles fueron navegantes cientos de hombres y mujeres, que en esa
silla y bajo la mirada del árbol cómplice que atisba por encima de la estación, portaron las
llaves del progreso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario